Otra semana se acaba y como viene siendo habitual, cada semana os traemos una reseña por parte de nuestro compañero Daniel Iglesias que se aventuro en el mundo de Alestorm, te lo cuenta a continuación.
Nuevo trabajo de los escoceses Alestorm, con su peculiar forma de entender ese folk/power metal que practican con temáticas piratas y en esta ocasión como luego desgranaré con un aire más oscuro que en anteriores obras, aunque sin dejar de lado cortes festivos como en ellos es habitual.
Este es ya su quinto disco de estudio y su forma de entender el metal sigue siendo la misma, su formula puede resultar repetitiva, pero la hacen efectiva a la perfección. Para él que no los haya dado una oportunidad, en ellos encontrará un grupo que podría resultar de la mezcla de grandes nombres del género como Ensiferum, Turisas o Korpiklaani.
La producción de este trabajo es algo que resaltaría notablemente, ya que se encuentra un escalón por encima de sus anteriores trabajos, haciendo de éste un disco que llama mucho la atención en sus escuchas por el gran trabajo que han realizado a la hora de producirlo.
Nos adentramos de lleno en los mares con el tema que abre el disco que no es otro que el homónimo “ No grave but the sea”, en el ya podemos encontrar todos los elementos clásicos que componen su música, guitarras potentes, la peculiar voz de su vocalista así como unos teclados que son la base de todas sus composiciones, dotando a los temas de unos toques folk que les quedan genial, todo ello con unos coros muy acertados, haciendo de este un tema que seguramente no falte en sus conciertos, ideal para abrir este álbum.
La segunda canción en aparecer es “Mexico”, melodías iniciales que podríamos encontrar en cualquier video juego de la década de los ochenta, para desembocar en un tema de aire desenfadado y festivo, de nuevo con muchos toques folk y para el cual han grabado un videoclip muy divertido mostrando imágenes de aquel país con un aire desenfadado, otro gran tema.
Proseguimos con el que para mi es uno de los mejores temas del disco “To the end of the World”, una canción que nos traslada a la época dorada de los piratas, tintes épicos, unas guitarras impecables, coros grandilocuentes, y aunque suene repetitivo unos teclados que hacen que todo suene mucho mejor, y que nos hacen surcar los mares con nuestra imaginación.
La siguiente canción es “Alestorm”, de nuevo las guitarras están muy presentes, con riffs muy cañeros, un comienzo duro para posteriormente desembocar en una parte final muy folkie y pegadiza.
“Bar ünd Imbiss” es el tema que nos hace llegar al ecuador de este trabajo, guitarras acústicas al inicio del mismo que nos hacen pensar en que quizás bajarían el pistón, pero nada de eso, comienzan a aparecer los teclados y las guitarras, para hacer de ella otro tema muy pegadizo, de nuevo ideal para que puedan incluirla en sus setlist.
En cada disco de los escoceses suele aparecer un tema que podríamos catalogar como de coña, un tema desenfadado que tan bien se les da, y esta ocasión no iba a ser menos, “Fucked With and Anchor”, cumple perfectamente con esas características haciéndonos ver su lado más festivo y pegadizo.
“Pegleg Potion”, es probablemente el tema más rápido del disco, un tema que aúna todo lo mejor que estos escoceses son capaces de ofrecernos, es de esas composiciones que se te quedan grabadas en la cabeza y que no puedes evitar seguir tarareando una vez que la dejas de escuchar.
El octavo tema “Man the Pumps”, de nuevo nos deja ver esa parte más épica del grupo, sin dejar de lado lo que son sus señas de identidad en cada una de sus composiciones, y que no son otros que los teclados, en base a ellos giran todo, y este tema no iba a ser la excepción, todo ello con un estribillo pegadizo y de nuevo unas guitarras que nos dejan riffs muy trabajados.
Llegamos casi al final con “Rage of the Pentahook”, tema en el que nos devuelven a una velocidad endiablada comandada por las guitarras, quizás sea éste el tema en el que su vena más heavy hace aparición.
Para el final nos han dejado una maravilla de versión, se han atrevido con el clásico de Running Wild “Treasure Island”, la cual han llevado a su terreno pero sin olvidar para nada la original, haciéndola que suene potente, coros sublimes, guitarras majestuosas así como de nuevo, sí de nuevo, unos teclados sencillamente espectaculares.
Desde que su primer disco “Captain Morgan’s Revenge” llegase a mis manos allá por el año 2008, se convirtieron en una de mis bandas favoritas, esas composiciones con temática pirata, esa música que te transporta a los mares del sur, todo ello hace de ellos un grupo singular, que ha sabido llevar su propuesta mas allá a lo largo de su carrera, añadiendo matices a su música, pero sin apartarse de su idea inicial.
Un gran trabajo el que han facturado y que les coloca en un escalafón muy alto, veremos que tal se acoplan estos nuevos temas a sus conciertos, pero estoy seguro de que encajarán a la perfección y harán disfrutar como enanos a sus seguidores, entre los que me incluyo.
Como curiosidad final, para los coleccionistas, en su edición doble han incluido todo su disco grabado con ladridos de perros, si aunque suene de coña así es, no creo que mucha gente pueda escucharlo entero, pero es algo cuanto menos peculiar.
Dejar una contestacion