No todo son festivales ni todo son confirmaciones, hoy traemos nuevamente una reseña, en esta oportunidad Daniel Iglesias se aventura con Best in Black, puedes leer la reseña a continuación.
Bajo una imponente portada tenemos ante nosotros el primer trabajo de esta banda, en la cual podemos encontrar como miembro principal al ex guitarrista, cantante y el principal compositor de la banda Battle Beast, Anton Kabanen de la cual fue fundador. Sus compañeros le despidieron por lo que ellos denominaron desacuerdos que no podían ser solventados.
Por lo tanto no os extrañéis si encontráis bastantes similitudes con la que antaño era su banda, algo bastante normal teniendo en cuenta que el se encargaba de toda la labor compositiva en ella.
Para este primer trabajo ha sabido rodearse de un buen puñado de músicos, con los que ha logrado un muy buen álbum, que gustará a los fans de Battle Beast, y que seguro ira añadiendo nuevos seguidores dada la calidad de su propuesta, no obstante presentaron su obra taloneando a los finlandeses Nightwish y fueron elegidos por Wasp para abrir sus conciertos en su gira, pero debido según palabras del propio Kabanen, la banda de Blackie Lawless les pidió dinero para seguir tocando en su gira, cosa que no aceptaron y dejaron la gira a medias.
Para esta nueva andadura sus compañeros en la banda son Yannis Papadopoulos (Voz) Sami Hänninen (Batería), Mate Molnar (Bajo) y Kasperi Heikkinen (Guitarras).
Podemos percatarnos desde un principio que el ex componente de Battle Beast era quien manejaba los hilos de la banda, quien era la mente creativa y aquí podemos encontrar temas que nos devuelven a la crudeza perdida de los inicios de la banda que el creó, por decirlo de algún modo parece haber encontrado de nuevo la senda que lo catapultó a la fama.
El disco abre con la poderosa “Beast in black”, toda una declaración de intenciones, un tema potente donde las guitarras cabalgan, la batería acompaña sonando atronadora, unos teclados que hipnotizan y en el que ya podemos empezar a intuir lo que para mi es uno de los puntos fuertes de esta banda, la voz de su cantante. Posee multitud de registros y una versatilidad muy poco común, sinceramente me ha sorprendido muy gratamente. Este tema está basado en el personaje del manga japonés Berserk.
El segundo corte es “Blind and Frozen”, es bajo mi punto de vista el mejor tema de este trabajo, en ocasiones parece que hayan contado con vocalistas femeninas invitadas pero es la variedad de tonalidades que aporta su cantante, la que nos hace pensar en ello. Unos teclados sublimes unidos a un estribillo pegadizo como pocos hacen que esta canción se convierta en uno de sus primeros himnos.
Coros muy acentuados para “Blood of a lion”, canción que según declaraciones del propio Kabanen iba a ser incluida en el último trabajo de su anterior banda, pero que por alguna razón finalmente no fue incluida en el mismo. Grata sorpresa que la haya recuperado por que es tema poderoso y que resalta mucho debido a la inclusión de los coros que comenté anteriormente.
Los teclados nos acompañan al comienzo de “Born again”, para desembocar en la susurrante voz de Papadopoulos, que mientras las guitarras van sonando mas poderosas va recrudeciendo su tonalidad hasta llegar a cotas bastante altas.
“Zodd the inmortal” es el tema mas agresivo de este trabajo, sobre todo si analizamos las voces donde podemos comprobar de nuevo el gran acierto en la elección de su vocalista. Las guitarras y la batería suenan imponentes y nos dejan momentos para el recuerdo, también esta basada como “Beast in black” en el personaje de anime japonés Berserk.
“The fifth angel” nos devuelve la esencia power metal mas clásica, teclados que hacen sonar los temas como verdaderos himnos, ritmos de guitarra cabalgantes y un estribillo muy pegadizo, la fórmula esta muy trillada pero en esta ocasión resulta realmente efectiva.
Como era habitual en su última etapa en Battle Beast, solía incluir algún tema con sintetizadores, toques pop y bailables y aquí ocurre con “Crazy, mad, insane” es como su nombre indica una canción un poco loca, que podrá desentonar a los que no hayan escuchado este tipo de composiciones bajo la batuta de Kabanen, pero a los que hemos seguido su trayectoria no nos extraña que se atreva con este tipo de extravagancias.
Volvemos a territorios dominados por teclados imponentes con “ Eternal fire”, en ocasiones pueden recordarme a temas de Sabaton aunque pueda ser una simple apreciación mía. Los coros vuelven a aparecer y los ritmos de guitarra nos hacen sacudir la cabeza al ritmo de la música, tema perfecto para corear durante los directos de la banda.
Nos vamos acercando al final con “End of the World”, de nuevo son los teclados los que nos marcan el ritmo de la canción, quizás ya en este punto del disco no nos sorprendan ya tanto, y hagan de este tema uno de los menos llamativos dentro del conjunto.
Llegamos al final de forma lenta, pausada, con una deliciosa balada llamada “Ghost in the rain”, nos hace replantearnos de nuevo si realmente no hay vocalistas femeninas incluidas en alguno de sus temas, la increíble variedad de registros de su vocalista nos hace confundirnos continuamente. Una forma delicada de terminar este disco y que a modo personal me deja con ganas de más.
Podríamos denominarlo comercial, pero a mi entender Kabanen ha sabido combinar a la perfección lo que pueden parecer dos polos opuestos, los temas ochenteros rodeados de sintetizadores, con el heavy metal más clásico y su propuesta aunque a priori arriesgada ha superado con nota la prueba.
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